¿Qué es la Web3?
Este artículo es una traducción de “What Is Web3?” escrito por ChainLink y traducido por Javier Salomón.
La Web3 ha irrumpido recientemente en el imaginario colectivo, con líderes de la industria en el sector de la tecnología tradicional y el ecosistema blockchain, con una amplia gama de perspectivas sobre el pasado y el futuro de Internet.
Antes de entrar de lleno, veamos de dónde procede el término.
El término “Web 3.0” fue utilizado por primera vez durante la era de las puntocom por el creador del protocolo HTTP Tim Berners-Lee para describir un protocolo estandarizado de comunicación integrado en el que los datos de internet son legibles por la máquina a través de diferentes aplicaciones y sistemas, un concepto al que también se refirió como la Web Semántica.
Más tarde, en su entrada de blog en el 2014 DApps: What Web 3.0 Looks Like, el co-fundador de Ethereum, Gavin Wood, reinventó la expresión de Berners-Lee, utilizándola para referirse a la capacidad de la tecnología blockchain para definir un “modelo fundamentalmente diferente para que distintas partes puedan interactuar de igual a igual”, basado en “un sistema de interacción de confianza cero”.
El escrito de Wood no se centraba en las criptomonedas, sino en protocolos y tecnologías, como los motores de consenso y la criptografía, que podrían facilitar un contrato social más sólido en la web. Más tarde describió el objetivo de la Web3 como “Menos confianza, más verdad”.
Ahora, el término es objeto de mucho debate, y tanto los gigantes tecnológicos de hoy como los líderes de la industria blockchain siguen teniendo en consideración las propuestas y protocolos fundamentales de la Web3, y sus implicaciones para los modelos de confianza del futuro.
En este artículo profundizaremos en la definición de Web3 en relación con iteraciones anteriores de Internet, recorreremos las tecnologías clave del ecosistema Web3 y exploraremos el estado actual y futuro del panorama Web3.
Nota sobre la terminología: Utilizaremos el término “Web3” para diferenciarlo de “Web 3.0”, que a menudo se asocia con la visión de Berners-Lee de la Web Semántica.
La evolución de Internet: De la Web 1.0 a la Web 2.0 y a la Web3
Para comprender realmente el significado del ecosistema Web3, es importante entender la historia de Internet y cómo la Web3 se diferencia de las versiones de la web que la precedieron.
Web 1.0 (1994–2004)
La Web 1.0 fue la primera iteración de Internet con la que estamos familiarizados hoy en día, surgiendo en 1994 y terminando alrededor de 2004 con el auge de los gigantes de las redes sociales como Twitter y Facebook. Aunque el público en general conoció la Web 1.0 alrededor de 1994, en realidad la Web 1.0 comenzó como un programa del gobierno estadounidense llamado ARPANET, o Red de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada, en 1968. ARPANET comenzó como una pequeña red de contratistas militares y profesores universitarios que intercambiaban datos entre sí.
El internet de la Web 1.0 era sobre todo una colección de páginas HTML estáticas y ofrecía a los usuarios una capacidad limitada para interactuar entre sí. Aunque los portales de Internet, como America Online (AOL), y los foros de debate, como Usenet, permitían chatear y debatir en privado, para la mayoría Internet seguía siendo un espacio en el que se producían pocas interacciones o transacciones financieras.
Cuando se producían interacciones y transacciones financieras, su alcance era limitado porque faltaba una infraestructura segura para transferir dinero. Una de las empresas más innovadoras de la Web 1.0 en este sentido fue Pizza Hut, que en 1995 creó un formulario para que sus clientes pudiesen realizar pedidos y pagar en efectivo una vez entregado el mismo.
A pesar de que America Online afirmaba en un anuncio de 1995 que los usuarios podían encargar flores para su madre, comprar entradas para un partido deportivo o escribir un informe de investigación sobre los dinosaurios con AOL, para intercambiar dinero en línea era necesario hablar con un operador, ya que las transacciones financieras eran generalmente inseguras y tenían una codificación limitada.
La web 2.0 (2004-el presente)
La web evolucionó en torno a 2004 a medida que la demanda de los usuarios de interacciones sociales, música, intercambio de vídeos y transacciones financieras crecía de forma espectacular gracias a la mejora de la velocidad de Internet, la infraestructura de fibra óptica y las mejoras en los motores de búsqueda.
Esta demanda de mayor interactividad dio lugar a muchas de las instituciones y empresas de Internet actuales. Plataformas de medios sociales como Facebook, MySpace y Twitter facilitaron la interacción social; aplicaciones de intercambio de datos como Napster cubrieron la demanda de música y vídeo en línea; Google proporcionó un medio eficaz para que los usuarios navegaran por la enorme cantidad de información en línea. Las instituciones tradicionales, como el Bank of America, satisfacían la demanda de interacciones financieras y transferencias electrónicas de fondos, facilitadas por nuevos estándares de encriptación como el AES de 256 bits.
Esta nueva Internet, más interactiva, mejoró enormemente la experiencia de los usuarios en la red al añadir nuevas funcionalidades. Pero también supuso una contrapartida que sigue definiendo nuestra vida en línea hasta el día de hoy: Para beneficiarse de estas nuevas funcionalidades e interacciones, los usuarios tienen que delegar una gran cantidad de información y responsabilidad en plataformas de terceros aisladas, otorgando a estas entidades centralizadas una cantidad considerable de poder e influencia en términos de propiedad de datos y contenidos.
Así es, en su mayor parte, como funciona Internet hasta el día de hoy. Sólo en Estados Unidos, Google, YouTube, Facebook y Amazon recibieron conjuntamente 23.560 millones de visitas en octubre de 2021, casi el doble del tráfico de los sitios web clasificados entre el 5 y el 20.
Web3 (2008 — El futuro)
En 2008, Satoshi Nakamoto publicó el whitepaper de Bitcoin, que esbozaba los fundamentos de la tecnología blockchain y de una moneda digital entre pares, marcando el rumbo para cambiar el paradigma de la Web 2.0. Bitcoin transformó la forma de concebir las transacciones digitales y proporcionó el primer medio seguro de intercambio de dinero a través de Internet que no requería un tercero de confianza. “Lo que se necesita”, escribió Satoshi, “es un sistema de pago electrónico basado en pruebas criptográficas en vez de confianza”.
No fue hasta la invención de los contratos inteligentes que un modelo descentralizado de internet se hizo por fin realidad. Si Bitcoin permitía los pagos seguros entre pares y los contratos inteligentes podían llevar esta idea de acuerdos programables a casos de uso más avanzados -seguros, juegos, gestión de identidades, cadenas de suministro-, ¿cómo evolucionaría la naturaleza de la experiencia web y la interacción digital? Al permitir a los usuarios realizar transacciones directas y seguras entre sí, los contratos inteligentes crearon una nueva visión de un internet justo, transparente y basado en la verdad criptográfica.
Gavin Wood describió esta web reimaginada -Web3- como un “sistema operativo social seguro”.
En pocas palabras, la Web3 es una visión descentralizada de internet que aspira a crear un sistema de contratos totalmente nuevo y a cambiar la forma en la que los individuos y las instituciones llegan a acuerdos. La Web3 recupera la arquitectura descentralizada de la Web 1.0, la primera versión de Internet, que estaba repleta de blogs alojados por los usuarios y canales RSS, y la combina con la experiencia sofisticada e interactiva de las aplicaciones web de la Web 2.0, como las redes sociales, para ofrecer un ecosistema digital en el que los datos son propiedad del usuario y las transacciones están respaldadas por garantías criptográficas. En lugar de tener que confiar en las promesas de una marca, los usuarios pueden confiar en la lógica determinista de los algoritmos para ejecutar los acuerdos exactamente según lo programado.
Los elementos centrales de la Web3: blockchains, criptomonedas, contratos inteligentes y oráculos
El modelo Web3 se basa en una creciente pila de tecnologías descentralizadas, como blockchain, contratos inteligentes, oráculos, monederos de criptomonedas, redes de almacenamiento, etc. A continuación, repasamos algunas de las capas y componentes críticos de la pila tecnológica de Web3.
Blockchains
Una blockchain es una red altamente segura y descentralizada que permite a las personas almacenar datos, intercambiar activos con valor y registrar la actividad de las transacciones en un libro de contabilidad compartido que no está controlado por ninguna autoridad central. Las redes blockchain son la columna vertebral de Web3, ya que proporcionan entornos de ejecución seguros que permiten la creación, distribución y comercio de criptomonedas, así como el desarrollo de contratos inteligentes programables. Las cadenas de bloques son la capa de liquidación de Web3.
Criptomonedas
Las criptomonedas son fichas digitales que aprovechan los entornos descentralizados y a prueba de manipulaciones de las redes blockchain para facilitar transacciones altamente seguras. Son las monedas nativas de las aplicaciones descentralizadas de Web3 (dApps) y también pueden utilizarse para pagar por los servicios de Web3 y participar en la gobernanza de Web3.
Antes de la tecnología blockchain, los tokens eran unidades de valor que podían comprarse e intercambiarse para pagar productos y/o servicios específicos, como tokens para peajes de autopistas o atracciones y juegos de parques de atracciones. En estas primeras aplicaciones, los tokens eran útiles para los proveedores de servicios porque permitían a los clientes pagar por adelantado los servicios que consumirían en el futuro y porque facilitaban las transacciones en las que se necesitaba el cambio exacto.
Los tokens en las aplicaciones de Web3 también son unidades de valor emitidas a los creadores de contenidos de Web3, pero estas unidades de valor son digitales, programables y tienen funciones más allá del intercambio. En Web3, un token puede mantenerse como una inversión en un protocolo, proyecto o blockchain. Puede tener una utilidad para ese proyecto o protocolo, por ejemplo, para pagar un servicio o asegurar un servicio. También puede proporcionar una puerta de entrada a la participación en el gobierno del protocolo o proyecto.
Contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas (dApps)
Los contratos inteligentes son programas a prueba de manipulaciones en blockchains que facilitan las transacciones automáticas mediante el uso de una lógica de software condicional como, por ejemplo, “si x es verdadero, entonces ejecuta y”. Los contratos inteligentes programables permiten la creación de aplicaciones descentralizadas, o dApps, los protocolos criptoeconómicos que dan vida a Web3 y la ponen en manos de los usuarios.
Las dApps se diferencian de las aplicaciones (apps) con las que estamos familiarizados en el mundo de la Web 2.0 y de las páginas HTML estáticas del mundo de la Web 1.0 porque no son mantenidas por una sola persona u organización, sino que se alimentan de la infraestructura descentralizada de las redes blockchain. Estos programas aparentemente sencillos y descentralizados pueden utilizarse para crear sistemas complejos y automatizados, como servicios financieros entre pares (DeFi), productos de seguros basados en datos, juegos play-to-earn, etc.
Oráculos
Para aprovechar todo su potencial, los contratos inteligentes necesitan acceder e interactuar con datos y sistemas ajenos a las redes de blockchain. Los oráculos son las entidades que conectan las cadenas de bloques con los datos del mundo real y los sistemas existentes, y proporcionan una infraestructura crítica para establecer un ecosistema Web3 unificado e interoperable.
Las redes de oráculos de Chainlink no solo alimentan los datos del mercado financiero en la cadena para alimentar las aplicaciones DeFi, sino que también proporcionan una amplia gama de cálculos seguros fuera de la cadena, como la aleatoriedad verificable y la ejecución descentralizada para permitir NFTs dinámicas y dApps altamente automatizadas. Además, con el desarrollo del Protocolo de Interoperabilidad entre Blockchains (CCIP), las redes de oráculos ayudarán a permitir que el ecosistema de rápido crecimiento de diferentes blockchains y soluciones de escalamiento de capa 2 se comuniquen de forma segura entre sí.
Se hace evidente que los oráculos están cobrando cada vez más importancia en el ecosistema Web3, proporcionando datos y servicios fuera de la cadena para facilitar la innovación de los contratos inteligentes, y la interoperabilidad entre cadenas para ayudar a garantizar la conectividad sin fisuras entre los diferentes entornos de la cadena. La infraestructura de oráculos de Chainlink es también la puerta de entrada a la Web3 para los backends de la Web 2.0, sirviendo como capa de abstracción para que los sistemas tradicionales interactúen con cualquier blockchain privada o pública. En última instancia, los oráculos son la infraestructura que extiende la potencia de la computación descentralizada y las garantías criptográficas a los sistemas existentes, tendiendo un puente entre la Web 2.0 y la Web3.
Aplicaciones de la Web3
La Web3 combina la descentralización y la interactividad para crear un nuevo modelo de Internet en el que los usuarios puedan interactuar directamente, sin intermediarios. Las dApps permiten a los usuarios acceder a herramientas financieras que no requieren de permisos, comerciar con criptomonedas entre pares, recibir pagos de seguros paramétricos, comprar y vender arte digital de propiedad verificable a través de NFT, jugar a juegos que generan valor y toda una serie de otras actividades, todo ello sin la intervención de una entidad central.
Con esta nueva estructura, los caudillos de la Web3 esperan crear una versión más justa y abierta de Internet en la que las partes puedan interactuar y realizar transacciones directamente. En la actualidad, las aplicaciones de Web3 que aprovechan las tres tecnologías fundamentales -blockchains, contratos inteligentes y redes de oráculos descentralizados- ya están desbloqueando casos de uso que están redefiniendo sectores tan diversos como el inmobiliario, la educación, las finanzas, los juegos y la sanidad, y están llamadas a tener un impacto transformador mucho más allá de estos ámbitos.
Finanzas Descentralizadas
Las tecnologías que componen la Web3 permiten que se pueda crear y participar en protocolos financieros que ofrecen un acceso, una seguridad y una transparencia sin precedentes, un nuevo panorama económico que ahora se conoce ampliamente como finanzas descentralizadas (DeFi).
A diferencia de los servicios financieros tradicionales, los protocolos DeFi aprovechan la infraestructura descentralizada de las cadenas de bloques y las entradas seguras de las redes de oráculos para ayudar a los usuarios a realizar transacciones directas entre sí en mercados en cadena transparentes y a prueba de manipulaciones. Los mercados monetarios descentralizados, como Aave (que ahora asegura más de 12.000 millones de dólares en sus contratos inteligentes utilizando los oráculos de Chainlink) operan sin custodios y permiten a los usuarios prestar y tomar prestados criptoactivos de igual a igual. Los protocolos de préstamos son un mecanismo clave para fomentar una economía saludable. Al descentralizar el control y aprovechar la lógica de los contratos inteligentes predefinidos, los protocolos de préstamos on-chain ayudan a democratizar el acceso económico, reducir los puntos de fallo únicos y mitigar el riesgo del sistema y las prácticas de reserva fraccionaria.
Una gran innovación de DeFi es su arquitectura componible, que permite a los desarrolladores combinar protocolos de código abierto en instrumentos financieros más sofisticados, como juegos de ahorro sin pérdidas que utilizan protocolos de préstamo sobrecolateralizados, stablecoins descentralizados y tokens con intereses que ponen en funcionamiento el capital ocioso y desbloquean la liquidez.
Aunque las novedosas aplicaciones financieras ofrecidas por DeFi son actualmente uno de los aspectos más destacados de la Web3, el modelo de Web3 se extiende mucho más allá de las transacciones financieras, abarcando todos los ámbitos de Internet, desde el entretenimiento y los medios sociales hasta el software de navegación.
Los NFTs, los videojuegos y el metaverso
Las NFT, los juegos con blockchain y el metaverso están surgiendo como pilares fundamentales del ecosistema de Web3. Las NFT ofrecen una propiedad verificable de los activos digitales, lo que permite que los bienes digitales tengan un nivel funcional de singularidad similar al de los artículos del mundo real. Con los NFT, un artículo digital puede ahora diferenciarse de otro aunque se presente de la misma manera, de forma similar a como dos copias del mismo libro pueden diferenciarse a través de sus marcas únicas y la evidencia de un desgaste específico.
Esto tiene enormes implicaciones para el arte digital, las aplicaciones del metaverso y los videojuegos. En la actualidad, proyectos de NFT como Bored Ape Yacht Club (BAYC) están popularizando las NFT y el arte digital, y juegos de blockchain como Axie Infinity están encabezando un cambio de paradigma en la economía de los jugadores en los juegos. En la base de esta transformación fundacional se encuentran las cadenas de bloques, que operan como la capa de liquidación subyacente, los contratos inteligentes de NFT, que permiten la propiedad verificable de los artículos digitales, y los oráculos descentralizados, que proporcionan servicios clave como la aleatoriedad verificable, la automatización de los contratos inteligentes, los datos fuera de la cadena, etc.
Seguros paramétricos
Un caso de uso emocionante que está surgiendo en el sector de la cadena de bloques es el de los seguros paramétricos descentralizados. Los proyectos de seguros de blockchain como Arbol y Etherisc están implementando actualmente novedosas implementaciones de seguros de cosechas sin fricción y automatizados, seguros de vuelo y más a través de una combinación de contratos inteligentes y entradas de datos fuera de la cadena facilitados por Chainlink Data Feeds. Veamos un ejemplo rápido.
Imaginemos que un agricultor necesita más de 500 milímetros de lluvia en una temporada para obtener una cosecha adecuada. El agricultor quiere protegerse contra el riesgo de una mala cosecha mediante un seguro. Normalmente, tendría que pasar por un largo proceso para recibir los fondos y necesitaría depender de un proveedor de seguros centralizado para verificar la cantidad de lluvia.
Sin embargo, en la Web3, cualquier persona del mundo puede contratar una póliza sin problemas con sólo una conexión a Internet. Con el seguro de cosechas basado en blockchain proporcionado por Arbol, el coste del seguro y las condiciones de pago se determinan automáticamente en función de parámetros predefinidos, y el pago se automatiza a través de un contrato inteligente de seguro basado en los datos meteorológicos proporcionados por Chainlink. El proceso de aseguramiento se vuelve rápido e indoloro, con un simple binario que determina si el agricultor recibe los fondos del seguro. ¿Registró un sensor IoT menos de 500 milímetros de lluvia esa temporada? Si la respuesta es afirmativa, se paga al agricultor inmediatamente. Si la respuesta es negativa, no se paga al agricultor.
Este modelo tiene la capacidad de expandirse a áreas como el transporte marítimo y los seguros contra incendios, con un seguro de vuelo paramétrico basado en blockchain que ya está en funcionamiento.
El futuro de Web3
En su reciente presentación sobre el Futuro de Chainlink, el cofundador de Chainlink, Sergey Nazarov, explicó las megatendencias emergentes del ecosistema Web3 que han irrumpido recientemente en la corriente principal: “Lo que realmente se ve con la implementación de garantías criptográficas en el mundo de Web3 es un conjunto muy específico de aplicaciones, y algunas de estas aplicaciones se llaman DeFi, otras se llaman NFT, otras se llaman propiedad tokenizada, pero estos son los primeros ejemplos de garantías criptográficas que se abren camino en las operaciones diarias de las personas y las industrias.”
La Web3 (término que se ha convertido en la abreviatura de una experiencia de Internet reimaginada e impulsada por tecnologías descentralizadas) ya está transformando nuestra forma de interactuar en línea, desde cómo invertimos e intercambiamos hasta cómo jugamos y nos expresamos artísticamente. Cada vez más usuarios e instituciones de todo el mundo se están dando cuenta del poder de las interacciones de confianza cero y de los acuerdos con respaldo criptográfico. Aunque la Web3 aún está en sus primeras fases, tiene el potencial de hacer realidad los ideales de transparencia, fiabilidad y agilidad para los que se construyó Internet. “A fin de cuentas”, señaló Nazarov, “a medida que Web3 se acerca a la velocidad, la eficiencia y el bajo coste de los sistemas web, tiene una garantía que ningún sistema de la Web 2.0 podrá tener nunca, que es la garantía criptográfica de minimización de la confianza”.
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